Vuelta a la actividad para los trabajadores de sectores no esenciales, como la construcción o la industria tras dos semanas de hibernación de la economía.
El regreso se hace bajo estrictas medidas de seguridad.
Se repartirán unos 10 millones de mascarillas en estaciones de tren, metro y autobuses y habrá controles para comprobar que los desplazamientos están justificados.
Algunas comunidades como Cataluña o Madrid muestran su rechazo.
Críticas que también llegan dentro del Gobierno, porque los ministros de Unidas Podemos no están de acuerdo.
El Presidente del Gobierno ha ofrecido a las comunidades autonnomas un pacto de reconstrucción.
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