Solo seré capaz de amarte si llevamos la libertad por bandera, si los dos soplamos el mismo viento. No concibo el amor de otra forma que no se sea viéndote volar entre miles, millones de mujeres, pero siempre escogiendo tus alas, aún siendo consciente de que puedo tener las de otras.
A ti te quiero libre. Quiero que elijas tu propio cielo. Quiero que siempre sientas la libertad de hacer aquello que más te llena, sin tener presentes las consecuencias. Si lo quieres, hazlo. Si sientes la necesidad de otros labios, pruébalos, si sientes el deseo de otra piel, cúmplelo. No quiero encadenarte con mis condiciones, no quiero imponerte mis motivos, no debes sentir que tienes una obligación conmigo. Ha de ser tuya, tuya y solamente tuya, la libertad de escoger siempre mis labios, siempre mi piel. Quiero que lo hagas porque sientas, realmente, que no existe un ahora si no es junto a mí, que no existe un mañana en el cual yo no aparezca haciéndote reír. Es tan sencillo como esto. No quiero amarnos de otra forma. No quiero un amor que se convierta en dependencia emocional, donde los celos, las explicaciones y el control no causan más que daño, y ese daño es tan irreparable como romper los pétalos a cualquier flor. Yo te quiero entera, pequeñita.
El amor siempre ha sido libre. Han sido ellos los que lo han encarcelado y le han impuesto sus obligaciones, le han dicho que si estás conmigo, no quiero que mires a otro, no quiero que hables con otro, no quiero que te tomes una copa con otro. Yo no quiero estas cadenas. Tú tienes la libertad de sentir, de necesitar y desear, y hay que ser muy ruin para juzgar a una persona que ha hecho eso: lo que le ha dado la puta gana. Y mira, si llega el día en cual sientas que ya no quieres compartirlos todos conmigo, tan solo te pediré que me lo digas, yo lo aceptaré sin reproches, sin porqués. Así es la vida, esto son cosas que pasan, y sino será contigo, será con otra persona, o tal vez sea solo, pero lo que no podré cargar a mi espalda es el hecho de que has perdido tu tiempo conmigo por obligación, por temor a llegar a hacerme daño si echas a volar hacia otro árbol y abandonas el mío.
No.
Estará en tus manos, y solo en tus manos, el querer agarrar las mías. Yo solamente puedo prometerte una cosa: las cuidaré. Cuidaré todo lo que me entregas y lo protegeré como si fuera lo único que tengo en el mundo. Puedes estar segura de ello.
Confía y salta, te espero abajo. Con los brazos abiertos.
Hoy traemos un poema diferente. Para empezar, está escrito sin dividir su contenido en versos, sin rima, sin estrofas. El hecho no es nuevo. Es la denominada prosa poética que fue practicada por autores consagrados como Julio Cortázar, por poner un ejemplo de poesía en español.
En segundo lugar, el autor todavía no aparece en las antologías de poetas en español. Es muy joven y novedoso en el sentido de que su obra se ha publicado, se sigue publicando, fundamentalmente, en las redes sociales. En Youtube, en Instagram...
Y, en tercer lugar, es un autor de origen no hispano. Nació en Rumanía y contando nueve años de edad, su familia se vino a vivir a España.
Se trata de Miguel Gane, nacido George Mihaita Gane, en Leresti (Rumanía) en 1993. Cuenta ahora con 27 años pero empezó a publicar sus poemas a sus 17 años de edad.
El poema que traemos se llama "Te quiero libre" y es un precioso alegato en el mismo sentido que "Libre te quiero" el poema de Agustín García Calvo, inmortalizado con la versión musical de Amancio Prada y que ya publicamos en este blog.
Como curiosidad, comentar que la versión recitada que tenemos disponible no coincide con exactitud con la versión escrita que hemos colocado. Puede ser un ejercicio interesante seguir la lectura y la escucha para observar en qué momento lo que se oye no se corresponde con lo escrito. Mientras, intentaremos colocar en este enlace, la versión exacta de lo que Miguel Gane recita.
Ver este poema y otros en la
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La libertad por bandera: la libertad como principio ideológico.
Soplamos el mismo viento: en sentido figurado, vamos en la misma dirección, creemos en los mismos ideales.
No concibo: no imagino, no pienso, no comprendo.
Celos: sentimiento de envidia o sospecha de que la persona amada está con otra persona físicamente o en el pensamiento.
Ruin: despreciable.
Sin reproches: sin echarte en cara.
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